
Quiero un vídeo corporativo para mi empresa. Pero, ¿para qué quiero ese vídeo?
Esta es una pregunta esencial que tienes que hacerte cuando por tu cabeza pasa la idea de que la mejor forma de mostrar lo que tienes entre manos es con un vídeo corporativo.
No lo pongas en duda, es la mejor forma de presentarte al público, a tu cliente, a tus inversores. Por eso, es importante que cuestiones el fin, por qué quieres hacerlo, qué meta te fijas con él.
¿Por qué es fundamental hacer este ejercicio? Porque el proceso de elaboración de un vídeo lleva un arduo trabajo, para el que hay que emplear recursos. Por eso, es necesario que, ya que vamos a poner toda la carne en el asador, salga buena y provoque ansias de repetir.
Antes de empezar, testea la audiencia
La pregunta del para qué es impepinable, ¿pero a quién lo diriges?
Seguramente pienses en este momento en el público objetivo, en aquel al que mandas tu mensaje para la venta de tus servicios. Lo cierto es que como empresa tienes más gente a la que mirar y no todas esas personas son los que hacen la conversión.
Hacemos branding, contagiamos de emociones y forjamos la personalidad de la marca.
En cuanto a comunicación se refiere, la empresa tiene más públicos. Se tiene que comunicar con empleados, clientes, proveedores, inversores, accionistas o incluso medios de comunicación.
En función del tamaño de la empresa y de su fin, el número de públicos a nivel comunicacional puede cambiar. Por eso, ¿nuestro vídeo va a interesar a todos los públicos?
Y tras este ejercicio, viene el siguiente, definir el objetivo.
Tu vídeo corporativo tiene un objetivo
En un post anterior hemos dejado claro que el consumo diario de vídeo aumentará en los próximos años. Con estos datos, no nos queda más remedio que asumir la importancia de invertir en vídeos corporativos para dar a conocer nuestra empresa.
Somos imitadores de mucho y casi inventores de nada.
¿Pero solo existe ese fin? Al igual que hay públicos diferentes, los objetivos también lo son, tanto si queremos vender, como si queremos comunicar.
Con esta acción también hacemos branding, contagiamos de emociones y forjamos la personalidad de la marca.
Así que escasea la duda de que tienes que plantearte un objetivo y te vamos a echar una mano con ellos. ¿Para qué lo haces?
Quiero dar a conocer mi empresa
Construir y dotar de peso a la imagen corporativa de una organización es la cima a la que todo directivo quiere llegar.
Estamos en un mundo en el que somos imitadores de mucho y casi inventores de nada, por lo que dar al que nos está escuchando un argumento que le se le quede en el corazoncito es el golpe en la mesa que toda compañía debe dar.
Por eso, elige un tipo de vídeo corporativo que fortalezca tu concepto.
Mi empresa tiene Responsabilidad Social Corporativa
En ese caso, tenlas todas contigo. En un mundo con fácil acceso a información contar tu estrategia social con medias tintas puede generar rechazo.
Si tu acción cumple lo que comunica, será clave para llegar al público.
Mi cliente tiene sentimiento de pertenencia por mi marca
Aprovecha eso. Todas las acciones de una empresa van dirigidas a que la persona al final quiera volver a contratar ese servicio, a comprar ese producto o que se le quede un buen recuerdo.
Es bueno lanzar un vídeo en el que personas que han tenido contacto con tu marca han acabado satisfechas. Su testimonio generará conexiones con potenciales clientes.
Mi plantilla requiere estar informada de todo
Es posible que tu empresa sea muy grande y necesites generar explicaciones que lleguen a todos y que la inversión en ello solo se haga de una vez.
Seguramente deseas que tu equipo sepa conceptos claves de seguridad informática, de seguridad laboral. También necesitarás impartir formaciones sobre distintos temas e incluso querrás informar sobre eventos que la propia empresa realiza y merecen ser conocidos por todos los trabajadores. No lo pienses, más. Necesitas un vídeo corporativo.
¿Qué tipo de vídeo quiero?
Quiero que mi marca se haga notar
Todos nos hemos topado con algún vídeo corporativo que ha entrado en la viralidad de la red y por consiguiente ha alcanzado buenas conversiones.
Una idea transgresora, una idea simple pero curiosa o un vídeo que aporte frescura pueden llevarte a conseguir que tu marca adquiera esa notoriedad.
También con una acción así puedes abrirte a un nuevo público. Con el paso del tiempo toda empresa experimenta cambios. Quiere crecer y necesita reinventarse o incluso abrir el abanico de posibilidades. ¡Lánzate!
Una vez te ha quedado claro el objetivo, el siguiente paso es también una decisión importante. ¿Qué tipo de vídeo quiero? ¿Cuál escogerías?